El modelo de gestión de personas como estrategia fundamental de la RSE
La Responsabilidad Social, concebida como una estrategia de impacto positivo, debe sostenerse bajo un modelo funcional de gestión de personas desde el Área de Recursos Humanos. Esta premisa, más que un discurso representativo, debe enfocarse en desarrollar políticas que promuevan la mejora de la calidad de trabajo y entornos saludables, debido a que las personas son el principal activo de una empresa.
No podemos categorizar a las instituciones como socialmente responsables, si no se genera un impacto positivo en las personas desde adentro, para luego reflejar ese principio en la sociedad. Si los colaboradores de una empresa están satisfechos con su trabajo, perciben una remuneración adecuada, se sienten valorados y cuidados, sus opiniones son escuchadas y cuentan con un sistema de apoyo, las probabilidades de que asuman los objetivos de la empresa y sean más productivos, es mucho más alta.
El clima laboral, positivo o negativo, de algún modo, siempre se proyecta al exterior, con los clientes, proveedores y público en general, lo que debe servir como una señal para los líderes empresariales. Esa cultura que va creando la organización, compuesta principalmente por valores éticos dentro de la Responsabilidad Social Corporativa, junto a sus políticas y prácticas, deben ser coherentes, y es lo que determina si una empresa es socialmente responsable.
El rol de los directivos, aunado a los esfuerzos del departamento de Gestión Humana, debe ser encabezado por personas capaces de asumir compromisos, de generar cambios, que brinden apoyo y que enfrentes desafíos de manera transparente y justa. Los valores vuelven a ser tema de conversación, ya que la cosmovisión de las autoridades principales, influye en los valores organizacionales.
Los colaboradores también cumplen un rol fundamental para el desarrollo de un buen clima organizacional, deben conocer la filosofía institucional y se les debe mostrar políticas empresariales claras que sirvan como guía para el cumplimiento correcto de sus funciones. Una alternativa viable para conocer la percepción de los trabajadores de la empresa, es a través de la implementación de encuestas objetivas para medir el clima laboral, desde el área de gestión humana.
La persona responsable del departamento de Recursos Humanos, deberá fomentar a su vez ambientes de respeto y confianza, a través de la comunicación efectiva y del trato cercano con las personas. Las organizaciones flexibles, que permiten la conciliación de la vida profesional y personal, y que promueven tanto el desarrollo de recursos profesionales y personales, son las más buscadas hoy por los profesionales en los contextos actuales.
Gestionamos personas, no recursos; personas en el sentido integral, que trasciende al rol profesional y laboral. Las personas que se implican emocionalmente en su trabajo, se sienten realizadas, transmiten energía y eso repercute muy positivamente, pero para que las personas alcancen ese estado, las organizaciones deben comprometerse, procurar que sus aliados se sientan reconocidos por sus aportes, desarrollen autonomía, y cuenten con espacios abiertos de participación.
Artículo fruto de la entrevista de la Licenciada Laura Minyety, estudiante del Máster en Dirección de Marketing y Comercio Internacional Responsable de CMI, a Natalia Di Piazza Umbides, Responsable de Gestión Humana en CMI Business School.