Importancia y cuidado del bienestar psicosocial en las organizaciones
En los últimos tiempos los procesos psicológicos influyentes en el bienestar psicosocial en las organizaciones, se han convertido en uno de los temas más estudiados por los investigadores. Por lo que no es extraño, que uno de los puntos a investigar más importantes, hayan sido los factores de riesgo psicosociales y su relación individuo organizacional, así como también el estudio de su prevención y abordaje.
En la actualidad, estamos transitando un gran cambio, generador de nuevos desafíos tanto para las personas como para las organizaciones, desde la forma en cómo se diseña, organiza y realiza el trabajo, hasta los cambios sociales, económicos y tecnológicos. Estos cambios, demandan ampliar nuestras capacidades para conseguir éxito en nuestro ámbito profesional y contar con recursos para enfrentar estos desafíos. Todo esto, cambia la percepción de cómo concebíamos el trabajo tradicional y nos comunica de un requerimiento mayor de habilidades para afrontar. En consecuencia, se genera mayor experimentación de estrés, que se convierten en riesgos psicosociales de este siglo.
Como responsables del talento y trabajo humano y teniendo el compromiso de velar por el bienestar de nuestros colaboradores, no podemos hacer omiso e ignorar estos “riesgos”, ya que los mismos, generan efectos negativos en la salud física y mental de los trabajadores, pero si les ponemos atención y dedicación, los resultados pueden ser muy favorecedores tanto para las personas como para las organizaciones. Todos los aspectos que puedan afectar a la seguridad y salud de nuestros trabajadores, deben ser el foco al cual dirigir nuestros esfuerzos. Si los trabajadores para desempeñar su trabajo no cuentan con el contexto de armonía necesario, el resultado del mismo no será el más esperado. De aquí la importancia y la responsabilidad de nuestro accionar, de velar por el bienestar de nuestros trabajadores en tanto su salud psíquica, social y física para que el sistema técnico de las organizaciones funcione correctamente.
Es importante estar alerta frente cualquier riesgo que pueda poner en peligro la salud psíquica o física de los trabajadores. Los riesgos psicosociales disponen de una gran incidencia en el día a día de las empresas, y por ello, resulta necesario tomar consciencia y actuar en el momento adecuado.
El concepto de factores psicosociales, se han definido por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el trabajo como “aquellos aspectos del diseño, organización y dirección del trabajo y de su entorno social que pueden causar daños psíquicos, sociales o físicos en la salud de los trabajadores”. Los mismos pueden provocar problemas cognitivos, emocionales y conductuales que pueden derivar en problemas de salud física y mental, que es ocasionado o favorecido por las condiciones en las que se desarrolla la actividad laboral.
Lo importante a tener en cuanta, es que los riesgos psicosociales no afectan de manera aislada al individuo, sino que también afectan a las organizaciones, repercutiendo en su funcionalidad, productividad, eficacia y eficiencia, afectan internamente, disminuyendo el rendimiento laboral, la satisfacción y motivación, aumenta los índices de ausentismo, accidentalidad y rotación del personal, estas consecuencias se extiende a la pérdida de productividad, eficacia, accidentes menores y deterioro material, maquinarias y herramientas; conductas que van dirigidas contra los intereses de las organizaciones, incluida su imagen, reputación, clientes y relaciones internas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de un 25% de la población sufrirá algún trastorno de la salud mental en algún momento de su vida, por lo que será la segunda causa de enfermedad e incapacidad en Europa en el año 2020.
Debido al impacto que producen en las organizaciones, invertir en prevención psicosocial es crucial. Tendría que ser prioridad de toda organización poner atención a estas cuestiones, estar atentos para una detección precoz, ejecutar metodologías, facilitar estrategias psicológicas de afrontamiento apropiadas, técnicas, planes que nos ayuden a prevenirlos, contrarrestarlos o eliminarlos de nuestra vida laboral, previniendo así trastornos y secuelas psicológicas.
La productividad debe verse entonces como el resultado del rendimiento del talento humano. Toda intervención para mejorar la productividad en la organización tiene su génesis en las personas (Singh, 1998; Cox & Rial-González,2000). Las personas deben ser el primer objetivo de los directivos en una organización.
Hoy en día, se hace crucial el desarrollo de una cultura de salud organizacional que implique una valorización de lo público, social y organizacional.
Hago mención la definición de la OMS “la riqueza de las empresas depende de la salud de los trabajadores”, ya que refleja la evolución de nuestro concepto de salud ocupacional, que ha pasado de poner el acento exclusivamente en los aspectos físicos a incluir factores psicosociales y prácticas personales de salud.
El lugar trabajo se está usando cada vez más como un entorno para la promoción de la salud y las actividades de salud preventivas, no solo con el objetivo de prevenir los accidentes laborales, sino también como espacio de evaluación y de mejora de la salud general de las personas.
Si bien, es alentador que cada vez más organizaciones se ocupen de velar por los cuidados que van más allá del aspecto físico de sus empleados, aún queda mucho por hacer y concienciar en lo que respecta al cuidado del ser humano por su condición humana más que por la productividad económica que pueda brindar.
Fabiana Eda Mateo Ruiz, graduada del Máster en Gestión Humana y Desarrollo Organizacional de CMI.