La evolución de la Responsabilidad Social Corporativa
La evolución en la dirección y administración de empresas es un logro que viene de la mano de la responsabilidad de sus líderes y de todas las personas que colaboran en las actividades de la organización. La sociedad está dando pasos definitivos hacia un modelo de convivencia donde se requiere a las empresas que actúen teniendo en cuenta su impacto a todos los niveles, y no sólo frente al cumplimiento estrictamente legal.
Es por ello que cualquier organización es en gran parte reflejo del grado de desarrollo de sus líderes. Cuando el éxito empresarial se mide por el crecimiento económico, los valores y virtudes pueden tener una importancia relativa y supeditada a ese objetivo. Sin embargo, cuando el éxito se evalúa según el impacto global en el entorno en el que se actúa, los valores y las virtudes de las personas toman el protagonismo como posibilitadores de los mejores resultados a lo largo de todos los procesos en los ciclos de vida de una organización.
Ese nivel de excelencia es ansiado por toda la sociedad: gobiernos, empleados, proveedores, clientes, etc. en general por todos los seres vivos y entornos afectados.
A la hora de incorporar la Responsabilidad Social Corporativa, no es suficiente con perseguir un cumplimiento legal o con conseguir un sello que certifique que se realizan actividades responsables, sino que es preciso ser copartícipes de este proceso evolutivo, para lo cual es necesario un nivel de consciencia individual que permita adquirir los conocimientos adecuados para asegurarse el premio de una evolución y mejora constante a largo plazo. El CMI pretende servir de medio para conseguir estas altas metas, iluminando el camino para un nuevo comportamiento basado en los valores que han posibilitado los grandes logros de la Humanidad.